El rol de la mujer en el liderazgo empresarial y público en Bolivia
“Mi mayor consejo es que siempre estén listas, creo que cuando la preparación y la oportunidad se juntan, el éxito es inevitable”.
En un contexto donde la participación de las mujeres en roles de liderazgo y toma de decisiones sigue siendo un desafío en Latinoamérica, Sheraldine Languidey, Directora de la Cámara Nacional de Comercio de Bolivia, comparte su perspectiva y experiencia. En esta entrevista, aborda los obstáculos que enfrentan las mujeres en la búsqueda de igualdad de oportunidades, destacando la importancia de cambiar mentalidades y fomentar la preparación para acceder a puestos de poder. Además, reflexiona sobre el impacto positivo que tiene la inclusión de las mujeres en la sociedad y la toma de decisiones, así como las estrategias necesarias para promover la igualdad de género en el ámbito empresarial y público. Desde su posición como líder, Sheraldine busca inspirar a otras mujeres a perseguir sus metas y superar los desafíos, enfatizando la importancia de la preparación, la valentía y la persistencia en el camino hacia el empoderamiento femenino.
¿Cuál es tu opinión sobre la participación de las mujeres en la toma de puestos de poder y de decisión en Latinoamérica?
Si bien los últimos años ha existido un avance importante, aún son muy pocas las mujeres en puesto de poder y alta dirección. En Bolivia, aún estamos lejos de alcanzar el equilibrio entre los hombres y mujeres que ocupan los puestos en los órganos de gobierno de las grandes empresas. Sigue siendo un tema complicado y delicado en muchos niveles ya que conlleva variables, sobre todo culturales. Aún es duro no poder reconocer y considerar el talento femenino en el mercado. Lamentablemente, el tema no está limitado a las empresas, sino también en puestos públicos donde aún representa un enorme desafío en nuestro país, un reto al cual mujeres como yo, nos enfrentamos día a día y es una tarea pendiente que debemos trabajar todos como sociedad.
¿Cuáles consideras que son los principales desafíos que enfrentan las mujeres al intentar acceder a puestos de poder y de decisión en la región y cuál fue tu experiencia como Directora de la Cámara de Nacional de Comercio de Bolivia?
Es importante comenzar por cambiar la mentalidad, inicialmente de los que actualmente son parte de estos puestos de poder, ya sea en las organizaciones o en las empresas, ya que muchos de ellos continúan con las ideas de que los puestos de poder solo deben ser ocupados por hombres, ese es uno de los principales desafíos. Otro gran desafío, es llegar a reconocer el talento femenino en todos los niveles y que el desempeño puede llegar a ser el mismo y/o muchas veces mejor sin importar el género. Creo importante abrir las puertas a la participación de la mujer dando voz y espacios más allá de los puestos tradicionales. En la medida en que las mujeres ganen terreno en los puestos de poder y alta dirección, automáticamente se comienza a reconocer su valor y el aporte real que pueden llegar a hacer. En mi caso, al ser la Directora Mujer más joven dentro de la Cámara Nacional de Comercio, las nuevas ideas en todos los niveles son bien recibidas y siendo un grupo de 20 directores donde apenas somos tres mujeres, todo aporte siempre fue y está siendo considerado en todos los niveles que trabaja la Cámara.
¿Qué acciones consideras necesarias para fomentar y promover la participación de las mujeres en roles de liderazgo en Latinoamérica?
Actualmente, ya son muchas las empresas que están formulando planes y estrategias para que la inclusión de las mujeres sea un proceso más natural y al mismo nivel de igualdad de oportunidades que los hombres. Las mujeres nos encontramos en un momento crucial, ya que ahora tenemos la oportunidad de participar de igual forma en el desarrollo y crecimiento de las empresas de manera activa e innovadora. Se ha demostrado que las empresas con más mujeres en su junta directiva son más rentables y tienden a desarrollar mejores esquemas de responsabilidad social corporativa. Nuestra tarea es principalmente impulsar a otras mujeres a llegar a estos espacios, inspirarlas y ayudarlas a creer que es posible hacerlo. Y cuando lleguemos a ello, hacerlo bien demostrando que, sin importar el género somos capaces.
¿Cuál crees que es el impacto de tener más mujeres en posiciones de poder y de decisión en la sociedad y en la toma de decisiones?
De acuerdo con un estudio realizado por la consultora McKinsey, se demostró que las empresas con mujeres en cargos directivos generan un beneficio bruto superior en un 47.6%, en comparación con aquellas que tienen a hombres en los altos rangos. La investigación se llevó a cabo en 303 grandes compañías de América Latina. Este dato demuestra cómo es posible afectar no solamente empresas, sino también otro tipo de espacios. A las mujeres solo nos hace falta tener la oportunidad de acceder a estos puestos de poder para comenzar a demostrar cómo se puede hacer las cosas distintas. Alguna vez leí esa frase “Cuando una mujer lidera los cambios, los avances se aceleran” y no existe nada más real.
¿Cuáles son las barreras culturales, sociales o institucionales que dificultan la igualdad de oportunidades para las mujeres en Latinoamérica?
A nivel regional, pienso que seguimos viviendo en una sociedad bastante machista, donde nos toca luchar un poco más y romper los preconceptos que se tienen de la mujer. De acuerdo con una estimación de la Cámara Nacional de Comercio el año 2021, al menos el 40% de cargos gerenciales son ejercidos por mujeres en Bolivia. Seguramente esa data se ha incrementado, pero no lo suficiente para ser equilibrada. En Latinoamérica se tiene el pensamiento de que los hombres siempre pueden más, además que en muchos países los temas como la desigualdad salarial, las licencias por maternidad y acceso a educación limitan llegar a esa igualdad de oportunidades por la que tanto se pelea.
¿Qué estrategias o políticas crees que son efectivas para superar esas barreras y promover la igualdad de género en el ámbito de la toma de decisiones? ¿Qué planeas hacer desde tu rol como Directora?
Para creer que el talento femenino puede continuar y llegar a puestos de poder, la planificación y preparación son sumamente importantes. No solo hablando de forma profesional, sino también personalmente. No se puede pretender llegar a puestos de poder sin la preparación correcta para asumirlo y sobrellevarlo, se requiere mucha firmeza. A la vez, es importante entender que la batalla más importante no es que las mujeres convenzan a los hombres de que merecen esa posición directiva, sino que ellas mismas se vean como las mejores candidatas para el puesto. Desde mi posición como directora y como objetivo dentro de mi gestión, es llegar a incrementar el número de mujeres que ocupen este puesto. En mi gestión somos apenas 3/20, espero que, dentro de estos dos años, podemos informar, motivar y lograr al menos triplicar el número de mujeres que participen y no solo representen a sus empresas, sino también nos sigan representando a todas nosotras.
En tus puestos gerenciales, ¿Cuál es tu experiencia personal en la lucha por la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en Bolivia?
Mi caso es muy particular, tanto la Gerencia de Marketing de una empresa de Telecomunicaciones y la oportunidad de ser una de las Directora de la Cámara Nacional de Comercio han llegado como oportunidades, donde si bien tenía cierto conocimiento y preparación, casi todo era nuevo para mí, entonces me quedo con una frase de Richard Branson que me encanta y siento que la vivo «Si alguien te ofrece una oportunidad increíble pero la no estás seguro de si puedes hacerlo, di que sí y luego aprende cómo hacerlo». Agradezco la confianza de quienes me dieron la oportunidad y vieron potencial en mí y me tiraron a la piscina, me aplaudo por ser valiente y confiar en que podía hacerlo. Siento que he tenido mucha suerte, hasta ahora solo me ha tocado lidiar con un par de comentarios machistas, pero fuera de ello, he encontrado mucho apoyo con mis compañeros tanto de la empresa como en la Cámara. Espero que mi historia pueda llegar a comunicar que también existe gente buena y que es posible hacerlo. He sido invitada a dar charlas contando un poco de lo que hago tanto a estudiantes como grupos de mujeres y siempre que puedo les digo es que todo se aprende y que nada es imposible.
¿Cuáles consideras que son los beneficios a largo plazo de aumentar la participación de las mujeres en puestos de poder y de decisión en Latinoamérica?
Quizá suena demasiado optimista, pero creo que las mujeres somos capaces de transformar el mundo. Se ha avanzado mucho y una prueba de ello es esta comunidad que permite dar voz a las mujeres y eso como en la data mostrada anteriormente provoca cambios tanto en empresas como en espacios públicos. Cuando las mujeres se encuentran en puestos de poder, llegan a aportar un conjunto diferente de habilidades, perspectivas imaginativas y, lo que es más importante, diferencias estructurales y culturales que impulsan soluciones eficaces. No es menos importante que las mujeres aportamos un punto de vista creativo y somos más propensas a notar los detalles más sutiles que pueden pasar desapercibidos.
¿Qué consejos o recomendaciones darías a las mujeres que aspiran a ocupar roles de liderazgo y toma de decisiones en la región?
Mi mayor consejo es que siempre estén listas, creo que cuando la preparación y la oportunidad se juntan, el éxito es inevitable. La tecnología nos ha permitido tener accesos a información, cursos, talleres donde ya no es un lujo tener formación especializada. Pienso que también es importante tener una buena organización, si bien estos puestos de poder y alta dirección son muy demandantes a nivel de tiempo, es vital aprender a tener un equilibrio y aprender a descansar. Siempre que puedo mantengo la idea de que el miedo no debe frenarnos nunca, muchas veces el autosabotaje nos acorrala y el miedo nos impide avanzar. Hazlo, con miedo, pero hazlo.